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¿Qué es el glaucoma y por qué es importante detectarlo y tratarlo a tiempo?

El glaucoma es una enfermedad ocular que afecta al nervio óptico y puede causar pérdida de visión progresiva, llegando incluso a la ceguera, si no se trata adecuadamente y a tiempo. A menudo, el glaucoma no da síntomas en sus etapas tempranas, lo que lo hace especialmente peligroso, dado que la persona afectada se da cuenta de ello cuando ya ha empezado a perder una visión que no podrá recuperar.

En España, se estima que más de un millón de personas tienen glaucoma, y se prevé que esta cifra aumente en los próximos años.

¿Cuáles son las causas y síntomas del glaucoma?

El glaucoma puede ser causado por una variedad de factores entre los que destacan: presión intraocular elevada, problemas de flujo sanguíneo al nervio óptico y factores genéticos. Los pacientes que tienen antecedentes familiares de glaucoma o miopía muy alta tienen mayor riesgo de padecer glaucoma.

Los síntomas pueden incluir visión borrosa, dolor de cabeza, visión de halos alrededor de las luces, y pérdida de visión que va afectando progresivamente al campo visual.

Diagnóstico y tratamiento del glaucoma

El diagnóstico temprano del glaucoma es fundamental para prevenir daños permanentes en la visión. Los exámenes oftalmológicos regulares, que incluyen pruebas de presión ocular y evaluación del nervio óptico, son factores clave para detectar la enfermedad en sus etapas iniciales.

El tratamiento del glaucoma ha cambiado mucho en los últimos años, aunque los colirios siguen siendo uno de los tratamientos más utilizados, desde hace unos años el láser SLT (Selective Laser Trabeculoplasty) se ha convertido en una de las primeras opciones terapéuticas, ya que se trata de un procedimiento indoloro, seguro, que se puede realizar de forma ambulatoria en la propia consulta del oftalmólogo, y que se puede repetir en caso de precisar presiones intraoculares más bajas. A diferencia de otros láseres, el SLT utiliza una energía de baja intensidad por lo que no causa daño al tejido ocular circundante.

A pesar de todo, muchos pacientes requieren cirugía y aquí también existen novedades que han ido desplazando a las cirugías antiguas más agresivas.

Desde hace unos años hay un importante consenso internacional en que el glaucoma se debe operar antes, y no se debe esperar a que haya un daño avanzado e irreversible, por lo que hay diferentes dispositivos y procedimientos con láser que se pueden asociar o no a las cirugías de cataratas. De esta manera con una cirugía sencilla podemos reducir el uso de medicación intraocular y mantener una presión estable a lo largo del día.

En casos donde necesitamos presiones aún más bajas podemos contar con otro tipo de implantes (como el Xen Gel Stent o el Preserflo Microshunt), que han logrado que las cirugías sean más seguras, pudiendo realizarse en estadios tempranos de glaucoma y logrando excelentes resultados.

En los casos más graves contamos con los dispositivos de drenaje libre y las válvulas donde también hay novedades siempre buscando la seguridad del paciente en los diferentes procedimientos.

En resumen, podemos decir que, aunque el tratamiento y diagnóstico del glaucoma ha dado un importante salto adelante en los últimos años, la prevención y la detección precoz sigue siendo el pilar más importante para mantener una buena salud ocular.

Es por eso por lo que recomendamos hacer una revisión ocular anual, sobre todo en pacientes mayores de 40 años, con antecedentes familiares o miopías altas.

Dra. Nathalie Gutiérrez Lemus

Oftalmología

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