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Cáncer de cuello uterino: prevención, diagnóstico y tratamiento integral

¿Qué es el cáncer de cuello uterino?

Desde los años 80 se conoce que el cáncer de cuello uterino esta provocado fundamentalmente por la infección del virus del papiloma humano (VPH) que se transmite únicamente por vía sexual. Los tipos de VPH 16 y 18 son los responsables del 70-75% de los cánceres de cérvix. Un 83% de los casos de cáncer de cuello uterino se da en países en vías de desarrollo.

Asimismo, el virus del papiloma humano puede intervenir en la formación de otro tipo de cánceres en el área anogenital, en la cabeza y en el cuello.

Factores de riesgo:

Diversos factores aumentan el riesgo de infección por VPH, como son:

  • Inicio precoz de relaciones sexuales
  • Elevado número de parejas sexuales
  • Contacto con varones de riesgo.
  • Consumo de cigarrillos
  • Sistema inmune deficitario (personas trasplantadas o que padecen VIH u otras circunstancias)

El uso continuado del preservativo reduce el riesgo de infección por VPH.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de cuello uterino?

La mayoría de las veces es asintomático, sobre todo al inicio.

Los síntomas más habituales son:

  • Sangrado genital (postcoital, entre las menstruaciones o en la menopausia).
  • Flujo vaginal sanguinolento o maloliente.
  • Dolor pélvico o durante la relación sexual.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de cuello uterino?

  • Exploración clínica que incluye la inspección y palpación del cuello uterino.
  • La colposcopia: técnica que mediante una cámara permite ver lesiones que no se pueden ver a simple vista.
  • La citología: una de las pruebas ginecológicas principales en la prevención del cáncer de cérvix, ya que permite detectar anomalías en el cuello del útero de forma temprana y, de esta forma, diagnosticar precozmente este tipo de cáncer en las fases iniciales.
  • Biopsia de cualquier zona sospechosa mediante pinzas específicas para ello. Se realiza en la consulta y sin necesidad de anestesia.
  • Conización: biopsia en forma de cono que permite un estudio más completo de la lesión que la biopsia convencional.

¿Cómo se trata el cáncer de cuello uterino?

Cuando el cáncer de cuello uterino aún no ha avanzado a una etapa invasiva (conocida como carcinoma "in situ"), hay dos opciones de tratamiento principales: la conización y la histerectomía. La elección entre ambas depende principalmente de la preferencia de preservar la fertilidad y de algunos factores pronósticos identificados mediante el análisis de tejidos.

En casos de cáncer invasivo, se necesita un tratamiento más completo. La histerectomía puede ser suficiente si la invasión es de hasta 3 mm. Sin embargo, si la invasión es mayor, se recomienda una histerectomía radical, que implica la extirpación de parte de la vagina y tejidos circundantes, así como los ganglios de la pelvis. Esta cirugía puede realizarse mediante laparoscopia o cirugía robótica.

La radioterapia también puede usarse como tratamiento curativo en etapas tempranas, pero se prefiere la opción quirúrgica debido a los posibles efectos secundarios de la radioterapia. En casos de tumores mayores a 4 cm o cuando el cáncer se ha extendido más allá del cuello uterino, la combinación de radioterapia y quimioterapia es la elección preferida para potenciar los efectos de las radiaciones.

¿Se puede prevenir el cáncer de cuello uterino?

Para la prevención de cáncer de cuello uterino, se recomienda realizar revisión ginecológica anual con toma de citología cervical para detectar cualquier lesión pre-cancerígena y tratarla.

Vacunación

Sin embargo, actualmente existen vacunas que permiten prevenir de forma eficaz la infección por el VPH y por lo tanto la aparición del cáncer de cérvix. Actualmente, la vacunación frente al VPH se considera la intervención más eficaz y eficiente para el control de la infección y la prevención de la carga de enfermedad asociada al virus.

Hay tres vacunas autorizadas frente al VPH:

  • La bivalente (protege contra los tipos virales 16-18)
  • La tetravalente (protege contra los genotipos 6, 11, 16 y 18)
  • La nonavalente (protege contra los genotipos 6, 11, 16, 18, 31, 33, 45, 52 y 58)

El tipo de vacuna que utilizamos en la consulta hoy en día es la nonavalente que tiene una capacidad de prevención mayor al 90 %.

En España, al igual que en la mayoría de los países industrializados, la vacuna frente al VPH está incluida en los programas de vacunación sistemática en las adolescentes, antes del inicio de las relaciones sexuales.

Además, las vacunas frente al VPH han demostrado su eficacia y seguridad en mujeres

sexualmente activas. Aunque la eficacia vacunal disminuye discretamente con la edad, la mayoría de las mujeres se beneficiarán de la vacuna frente el VPH.

Desde el Servicio de Ginecología de la Clínica Sagrada Familia, recomendamos que, con el fin de prevenir el cáncer de cuello uterino, todas las mujeres deberían realizarse una revisión ginecológica anual, así como vacunarse frente al VPH.

En la Clínica Sagrada Família disponemos de todas las técnicas diagnósticas como terapéuticas avanzadas, así como un equipo médico subespecializado en este campo que permite un seguimiento y tratamiento óptimo.

Dr. Jordi Rabasa Antonijuan

Ginecología

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