Ligamentos cruzados de rodilla por artroscospia

Esta intervención consiste en la reconstrucción de los ligamentos cruzados de la rodilla, a través de una técnica mínimamente invasiva (artroscopia), sin necesidad de abrir la articulación. Actualmente, la artroscopia es la técnica de reconstrucción más utilizada porque minimiza los daños a los tejidos colindantes y reduce los tiempos de recuperación.

Se lleva a cabo practicando tres o cuatro pequeñas incisiones en la rodilla, a través de las cuales se introduce todo el material óptico e instrumental necesario para poder llevar a cabo el diagnostico de la lesión. Por estas mismas incisiones se retirará el ligamento lesionado y se implantará el nuevo. Este nuevo ligamento se implanta en el mismo lugar que el lesionado y su fijación se lleva a cabo mediante un anclaje o tornillo quirúrgico que no necesitará ser retirado ya que con el tiempo quedará integrado en el propio tejido óseo.

Al finalizar la intervención, las incisiones se cerrarán con puntos de sutura y se colocará un vendaje compresivo.

La intervención se realiza, en la mayoría de casos, bajo anestesia local acompañada de sedación. Tiene una duración de entre 90 y 120 minutos.

¿Cuándo está indicado?

Esta intervención se realiza cuando a través de pruebas diagnosticas se evidencia la rotura o lesión de los ligamentos. Síntomas:

  • Dolor intenso en la rodilla
  • Inestabilidad articular
  • Inflamación
  • Limitación funcional (dificultad al apoyar la pierna y caminar)
“Nuestra prioridad es el uso de la cirugía mínimamente invasiva, con el fin de reducir los riesgos y secuelas de las intervenciones y permitir al paciente recuperarse de la manera más cómoda y rápida.”

Información de servicio

Antes (preparación)

Se le realizará un estudio preoperatorio y se le preguntará por los medicamentos que toma habitualmente, por si fuera necesario suspender temporalmente su administración.

Antes de la intervención, deberá seguir un protocolo de ayuno, higiene y/o toma de medicación que le será indicado por su cirujano.

No deberá llevar ningún objeto metálico durante la operación: anillos, pulseras, pendientes, piercings, etc.

Después (recuperación y resultados)

Tras la cirugía, deberá permanecer ingresado de 24 a 48 horas. En el momento de recibir el alta, se usarán muletas para no apoyar el pie.

La recuperación total se producirá en un periodo de cuatro a seis meses.

Equipamiento e instalaciones

  • Quirófanos con flujo laminar
  • Mesas quirúrgicas radiotransparentes
  • Respiradores y carros de anestesia de última tecnología
  • Pinzas selladoras Ligasure