Cistectomía Radical Laparoscópica

En un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo y de alta complejidad a través del cual se lleva a cabo la extirpación completa de la vejiga urinaria afectada de patología severa (cáncer de vejiga invasivo metastásico) junto con los ganglios linfáticos y tejidos de alrededor. En el caso del hombre, vesículas seminales y próstata, y en la mujer, útero y cúpula vaginal, sin necesidad de abrir el abdomen.

Perfil estadístico de pacientes afectados de cáncer de vejiga:

  • Mayor afectación en el sexo masculino que el femenino.
  • Edad media alrededor de los 60 -65 años.
  • Paciente con elevado consumo de tabaco.
  • Paciente con exposición a productos químicos.

Vejiga: es un órgano que se encuentra ubicado en la parte baja del abdomen, forma parte del sistema urinario, tiene una composición musculomembranosa, hueca y se encarga de almacenar la orina procedente de los riñones antes de ser expulsada del cuerpo durante la micción.

Técnica:

La cirugía se lleva a cabo practicando varias mini-incisiones (4-5) en la pared del abdomen (puertos de entrada) a través de las que se introducen en su interior todos los instrumentos quirúrgicos (material óptico y electroquirúrgico) y la pincería especial necesaria (instrumental) para llevar a cabo la intervención, que consiste en extirpar y retirar la vejiga en su totalidad más los tejidos y ganglios linfáticos adyacentes (condicionado por la patología). A continuación, se reconstruye el tracto urinario para que pase la orina desde los riñones al exterior.

Se pueden llevar a cabo varios tipos de cirugía reconstructiva, dependiendo del grado de afectación, de la patología y del criterio del equipo quirúrgico en el momento de realizarla. Las más utilizadas son.

  1. La creación de un reservorio (nueva vejiga) con fragmentos de intestino (grueso) intentado conseguir una derivación de la micción lo más natural posible.
  2. En el caso de que no sea posible la reconstrucción de la vejiga, se conectan los uréteres a la pared abdominal (estoma) que implica tener que llevar bolsa colectora de la orina externa.

Debido al elevado nivel de complejidad y tecnificación que conlleva el procedimiento, tiene que llevarlo a cabo urólogos experimentados en cirugía laparoscópica y contar con tecnología puntera (equipos de alta definición 3D - 4K) que les permita tener una visión precisa y ampliada de las estructuras anatómicas de la zona a intervenir facilitándoles el trabajo y la precisión y minimizando así los efectos secundarios tanto en la impotencia como en la incontinencia.

Algunas de las ventajas que presenta la cirugía laparoscopica en relación con la cirugía convencional (cirugía abierta) son:

  • Menor sangrado durante la cirugía.
  • Menor dolor post-operatorio.
  • Menos complicaciones post-operatorias.
  • Menos impacto estético (cicatrices más pequeñas).
  • Recuperación más rápida.

Al finalizar la cirugía, se retira la pieza o tejidos extirpados con la ayuda de una bolsa colectora, por una de las incisiones abdominales (ligeramente ampliada). Estas incisiones se dejan cerradas con puntos de sutura, previa colocación de alguna cánula de drenaje directo en la zona intervenida.

  • Anestesia: este procedimiento se lleva a cabo, siempre, con anestesia general o general combinada (epidural).
  • Duración de la cirugía: entre 4 - 6 horas (variará en función de la cantidad de tejido a resecar y del grado de dificultad).
  • Ingreso hospitalario: entre 5 - 8 días.
  • Proceso de recuperación: entre 4 - 6 semanas.
  • Incorporación a la actividad normal: variará en función al trabajo a desempeñar. Entre 6 - 8 semanas.

¿Cuándo está indicado?

En el caso de:

  • Carcinoma de vejiga muculo-infiltrantes no metastasicos.
  • Carcinoma vesical no infiltrante de alto riesgo.
  • Cuando existe sangrado (hematuria) vesical no controlable.
  • Cuando existe invasión tumoral de la vejiga procedente de órganos vecinos (colon, útero, próstata, endometrio).
  • Afectaciones severas no cancerosas:
    • Cistitis intersticial.
    • Defectos congénitos.
    • Patologías neurodegenerativas.
Clínica Sagrada Familia pone a su disposición un reputado cuadro médico de cirujanos urológicos, con dilatada experiencia profesional en el campo de la cirugía urológica, siempre a la vanguardia de las nuevas tecnologías y pioneros en muchas de las técnicas más avanzadas, con el fin de poderles ofrecer una atención médica y de enfermería eficiente y personalizada, con un elevado grado de excelencia las 24h.”

Información de servicio

Antes (preparación)

Previo a la cirugía, se le citará a una consulta con el servicio de anestesia, para practicarle una exploración más amplia sobre su estado general de salud y solicitarle las pruebas necesarias antes de someterle a una anestesia:

-   Placa de tórax.

-   Analítica.

-   Electrocardiograma

En la consulta de su especialista, recibirá toda la información referente al proceso quirúrgico que se va a someter, medidas de preparación, ayuno e higiene personal, a seguir previas a su cirugía.

Cualquier duda que se plantee en relación con la cirugía o anestesia que le van a realizar, por favor, consúltelo siempre con su especialista.

Después (recuperación y resultados)

En el momento de recibir el alta hospitalaria, se le facilitará, tanto por parte del equipo médico como de enfermería, todas las pautas a seguir en su domicilio durante el proceso de recuperación y las fechas de las revisiones a las que tendrá que acudir para llevar a cabo el seguimiento post cirugía.

Equipamiento e instalaciones

El centro cuenta con las más avanzadas tecnologías, para poder llevar a cabo con éxito cualquier procedimiento, tanto médico como quirúrgico, a la vez de que dispone de unas instalaciones en constante proceso de remodelación, adaptándolas al nivel de necesidades y exigencias actuales.